Lo expuesto en este Post es una
opinión personal, e intentará proponer soluciones reales a la situación de
falta de empleabilidad en nuestro Sistema Sanitario por un lado, y por otro
hacer propuestas que mejoren su eficiencia y que racionalice su utilización.
Dada la longitud de este post, lo
realizaré en dos entregas separadas en el tiempo.
Diferentes problemas nos afectan
actualmente, pero me centraré en las que considero fundamentales, a saber:
-
Sobresaturación de profesionales/Falta de
empleabilidad.
-
Dificultad para concertarse individualmente con la Sanidad Pública.
-
Sistema de derivación “complejo”.
-
Falta de un sistema de reciclaje eficiente.
- Especialización.
Empezaremos
por el primero: Sobresaturación de
profesionales/Falta de empleabilidad.
Este punto tal
vez el que pueda ser “tachado” más fácilmente de corporativista, así que me
detendré a razonarlo con detenimiento para evitar interpretaciones erróneas.
Los factores
que nos conducen a esta situación son diversos, pero a nivel general dos son
los motivos fundamentales:
1-
Excesivo número de profesionales para el contexto
sanitario actual.
2-
Un contexto sanitario que por sus características es
incapaz de absorber a los profesionales existentes.
Desgranemos la
situación. Nuestro sistema universitario basa su oferta en la demanda de plazas
universitarias fundamentalmente, no en la necesidad de profesionales para
atender las demandas del sistema.
Propuesta de
solución: Númerus Clausus, o sea, restricción de plazas teniendo en cuenta
primordialmente las necesidades del sistema, en base a las cifras de ocupación.
Estas plazas deberían variar anualmente, y deberían ser consensuadas por una
parte por las administraciones públicas y el propio Sistema Sanitario, y por
otra por los Colegios Profesionales que representan los intereses profesionales
de los Fisioterapeutas.
Los beneficios
a mi entender son evidentes, las Universidades Públicas no generarían un gasto
sin retorno a la sociedad, y las Privadas “garantizarían” la ocupabilidad de
sus “clientes”. A parte, la nota media de acceso ascendería globalmente y la “calidad”
de los profesionales se mantendría en un alto nivel a nivel general sin lugar a
dudas.
Contexto
sanitario: Nuestro contexto sanitario público como el derivado de los seguros
de Salud, tiende a “masificar” y centralizar las actuaciones y las
intervenciones de los Fisioterapeutas, no hay un “control riguroso” de las
intervenciones en ningún caso por parte de las entidades que ”compran” servicios
de Fisioterapia y que pagan por ellos, el mismo sistema se autorregula. Por
decirlo suavemente, se debería controlar que aquello que se paga como
Fisioterapia lo sea, y esté sujeto a unos mínimos exigibles según el proceso
patológico lo sea… A modo de ejemplo, un señor con un IR en la espalda frente a un espejo, con un
palo e indicaciones de subirlo y bajarlo como actuación principal de una capsulitas
adhesiva puede estar haciendo muchas cosas, pero Fisioterapia, lo que es
Fisioterapia a mi entender no… Seguir esas políticas de atención, que todos
conocemos y que nadie denuncia genera que un Fisioterapeuta atienda a un alto número
de usuarios por un lado, y por otro desprestigia nuestra profesión.
Un sistema
racional, con mínimos de intervención consensuados, haría necesarios más Fisioterapeutas
para hacer Fisioterapia, que es lo que ha de recibir el usuario, y llevaría a
nuestro colectivo al reconocimiento que se merece…
Es muy
probable que tan solo con esta segunda medida, la ocupación en nuestro
colectivo mejorara considerablemente, y evidentemente los más beneficiados serían
los usuarios, que recibirían la atención que se merecen.
Ojo! No digo
que esto pase en todos los Centros, sería una mentira mayúscula afirmarlo, pero
pasa, todos lo sabemos. Y en la mayoría de los caso no es culpa precisamente de
los Fisioterapeutas, aunque evidentemente como en todos los colectivos
encontraremos de todo.
Yo lo que
quiero expresar, en que quien “compra” un servicio de Fisioterapia debería
asegurarse de que lo que se está realizando es lo que compró. Otro tema es el
precio que paga, que evidentemente debería ajustarse al servicio realizado…
Pero todos sabemos que 3 sesiones bien estructuradas pueden ser más efectivas
que 10 de “las otras”… Se debería de remunerar mejor y dar calidad real.
-
Vamos por el segundo: Dificultad para concertarse individualmente con la Sanidad Pública.
Nuestro sistema
no permite la “concertación” directa de Fisioterapeutas individuales con el
Sistema Público, lo que provoca una atomización de los proveedores de Servicios
Sanitarios que concentran los riesgos y los beneficios de sus actuaciones, cosa
que a mi entender hace más débil a nuestro sistema y no genera una competencia
real.
Mi propuesta:
Un sistema similar con al Francés, pero con algunas matizaciones para hacerlo
sostenible, seguro, eficiente y racional.
Me explico,
todo Fisioterapeuta individual debería poder concertarse con el Sistema Público
de Salud, evidentemente su estructura debería atender a una serie de
condiciones imprescindibles a nivel de equipación, espacio, conocimiento (para
abordar las patologías derivadas) y cumplimiento de mínimos de tiempo y técnicas
para realizar el tratamiento. El paciente debería poder optar a elegir el
Fisioterapeuta que quiere que le atienda. Esto facilitaría la competitividad y
disminuiría el gasto en transporte sanitario.
Evidentemente
redistribuiría los pacientes en “mapas” más cercanos a sus domicilios y más
acorde con sus necesidades o percepciones.
Otro beneficio
a medio plazo sería la activación de la auto-ocupación y de la actividad económica.
Bien, hasta
aquí primera parte, espero que os genere interés, próximamente la segunda!
Manel Domingo.
@fisiose